Una casita en las afueras. Algo en el campo o en la costa, donde el sueño de tener un pedazo de tierra o playa lejos de la ciudad se concrete. Es un anhelo tradicional que ha transformado a lugares como Reñaca, La Serena, Pucón o Puerto Varas en importantes epicentros vacacionales y polos inmobiliarios.
A pesar de que existe un explosivo crecimiento en la búsqueda de propiedades en zonas más tradicionales como Viña del Mar, La Serena y Pucón, también se da una búsqueda, más exclusiva y casi secreta, por nuevos destinos de vacaciones más ligados a la naturaleza, la experiencia deportiva y familiar que al carrete, donde “realmente” se pueda conseguir desconexión y descanso.
La mayoría son lugares alejados, algunos incluso sin luz, señal de celular ni alcantarillado. Son seis: la nueva costa surfista entre el Maule y el Biobio; Huentelauquén, el Horcón del ABC1; Malalcahuello, en la cordillera de La Araucanía; el valle del río Puelo; la costa nororiente de la Isla Grande de Chiloé y el patagónico Cerro Castillo.
El relajo de ‘Huente’
“Cuando llegamos había una condición entretenida, era un poco colonizar el sector porque no había casas”, recuerda el ingeniero comercial Francisco Ojeda (40) va desde 2010 a Huentelauquén. Lo que le gustó fue el perfil más familiar del balneario pensando en su señora y sus cuatro hijos. “Acá te tiene que gustar ir a comer a donde los vecinos, pasar de casa en casa, tener una vida super playera en verano. La gente que va es fanática de ‘Huente’”, comenta el ingeniero comercial.
Errázuriz cree que hay un perfil de veraneante claro: profesionales jóvenes de entre 30 y 40 años que buscan ese estilo de vida. “Hay harto arquitecto y actor, gente ligada al arte en general. Se embarcan en este proyecto que es más hippie. Como no tienen luz las casas funcionan con paneles solares o bombas. El agua la tienen por estanques de acumulación y no hay alcantarillado”, dice el arquitecto.
Arriba de la ola
El aumento de precios y de visitantes en la zona de Matanzas y Pichilemu ha llevado a otros surfistas a mirar más al sur, exactamente a los 30 kilómetros de costa que corren entre las desembocaduras de los ríos Maule e Itata. ¿El epicentro? Playas como Curanipe, en la Séptima Región, o Buchupureo y Cobquecura, en la Octava. “Es la zona con la mejor relación campo-playa de Chile”, dice José Claro, director de Sur Realista.
“Este es más el típico pueblo del sur. La gente sabe que se surfea en la zona, pero no es todavía un pueblo surfista, como Pichilemu, donde los fines de semana y en el verano hay una sobrepoblación”, explica Merediz. El desafío de la zona parece ser equilibrar el boom turístico. “Nuestra peor pesadilla es que pase lo de Pichilemu, una explosión de consumismo que sature el lugar”, concluye Aldrigde.
El discreto Malalcahuello
Ubicado en la cordillera de La Araucanía, a los pies del volcán Lonquimay, “Malalcahuello es una zona interesante porque tienes actividades todo el año y una calidad de nieve que permite raqueteo, randonee y bosque de araucarias, es bien cotizado por el deportista de nieve en invierno y en verano por el que le gusta hacer trekking”, opina José Claro, director de Sur Realista.
Clave en el auge de este sector fue la inauguración en 2012 del Hotel Valle Corralco, emplazado en la Reserva Nacional Malalcahuello, junto al centro de Ski, un establecimiento cinco estrellas, inspirado en el modelo de Portillo, con más de cinco mil metros cuadrados construidos, spa, piscina temperada, restaurante, bar y actividades familiares para entretenerse después de la jornada de ski o trekking.
Chiloé, esperando el puente
Catalina Torm, dueña de misegundavivienda.cl, explica que dentro de los lugares para comprarse una casa vacacional en Chile, la isla grande suena cada vez más. Si en 2014 Puerto Varas se llevaba casi toda la torta de la Región de Los Lagos, a partir del año pasado Chiloé ha equilibrado la cosa. “Está de moda”, sintetiza la arquitecta y da razones: la infinidad de playas, algunas que incluso sirven para surfear, los lagos, sus parques naturales y principalmente los bajos precios. “Chiloé es más barato que comprar en el resto de Los Lagos porque es más hippie. Son loteos menos consolidados y a menor precio porque igual es lejos”, explica Torm.
La ejecutiva explica que el perfil de compradores es de profesionales de 35 a 45 años. “Tienen buena situación, pero no pueden comprarse una casa en las playas de la zona central”, dice Aguirre. Para Carvajal, la mayoría de los interesados piensa el terreno principalmente como inversión. “Claro que después se dan cuenta de que Chiloé ofrece otras alternativas y se proyectan para tener una segunda vivienda pensando en algo más permanente cuando terminen su etapa laboral”, concluye.
Navegando el Puelo
Extraviado entre lagos y montañas está el valle del río Puelo, en la Región de Los Lagos. “Es una zona difícil de llegar, para gente a la que realmente le gusta estar en la naturaleza viva. Cuando llueve, llueve y cuando nieva, nieva. No es para todo el mundo. No porque esté de moda hay que pensar en comprar como yéndose a Cachagua”, advierte Alejandro Opitz, director de Engel & Voelkers en Puerto Varas.
José Claro dice que todo Cochamó, la comuna donde se ubica el valle, es un gran destino. “Tiene una geografía muy diversa y va desde la cordillera al mar en no tanta superficie. Si está despejado te subes a cualquier cerro y puedes ver el mar”, dice el director de Sur Realista, quien destaca las actividades para hacer, como trekking, cabalgata o pesca. Otro atractivo de la comuna es el camping La Junta, con sus famosos toboganes de agua, verdadero lugar de peregrinaje del carrete-outdoor nacional en el “Yosemite de Sudamérica”.
Coyhaique, al sur del sur
Coyhaique, la capital de la Región de Aysén, a unas 30 horas en auto de Santiago, y sus alrededores concitan cada vez más interés. “Hoy tiene mucho movimiento”, dice Jorge Mira. “Preguntan harto”, cuenta el director de Engel & Voelkers, y explica que mientras más al sur sólo se venden campos mucho más grandes, de 100 o 200 hectáreas, aquí es posible comprar paños más chicos en lugares como Cerro Castillo, un área que es considerada como “la nueva Torres del Paine” y está cerca del lago general Carrera.
Una figura que está ligada a esta zona es el empresario Arístides Benavente, que a través de la Fundación Patagonia de Aysén está tratando de promover un desarrollo turístico sustentable y comunitario en el área. La idea es que sean los locales quienes protagonicen el crecimiento de la zona en torno a la reserva.
Para el director de Sur Realista el perfil de los interesados en la zona es más aventurero. “Alguien que quiere estar desconectado y tener grandes extensiones con bosques de lenga y hasta huemules en el ‘patio’ de su casa, donde puede pescar o hacer trekking. Es un lugar muy representativo del outdoor”, dice Claro.
Artículo por Carlos Matías Pérez, encuéntralo completo http://www.latercera.com/noticia/los-nuevos-destinos-top-chile/