VYVA 2025

Con un programa presupuestario planteado para 10 años, que ya está en manos de la Dirección de Presupuestos, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) se prepara para asumir el cuidado y administración de la futura Red de Parques de la Patagonia chilena. Una zona de conservación que reunirá cerca de 4,5 millones de hectáreas de áreas silvestres de alto valor ecológico, ambiental y económico.

La red quedará conformada por unidades fiscales, que ya están en alguna categoría de conservación, a las que se sumarán las cerca de 408 mil hectáreas producto de la donación comprometida por fundaciones ligadas al fallecido ecologista Douglas Tompkins, además de la redestinación de tierras fiscales aledañas a los parques.

Pumalín y Hacienda Chacabuco, que se van a integrar a la red de parques, servirá en cierto modo de modelo a seguir en la administración de un área protegida y el desarrollo de infraestructura para el acceso público, explica el gerente de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, Fernando Aizman.

La Conaf evalúa destinar US$ 1,5 millones al año para financiar los ocho parques, que se ubicarán entre las regiones de Los Lagos y Magallanes. Un monto más bien modesto si se compara con el nivel de inversión que tuvo en la etapa de conformación el parque Pumalín. Tompkins, en 2003, lo cifraba en US$ 10 millones anuales. Además, solo en la mantención de Pumalín, actualmente, la fundación Tompkins invierte casi US$ 1 millón al año.

Aizman asegura que cuando estén operativos -lo que esperan concretar en unos tres años desde que sean definitivamente entregados a su administración- habrá unidades que comenzarán a generar ingresos que podrán ser reinvertidos en la red.

Los que podrían ser más atractivos para los visitantes, especialmente en la primera etapa, son Pumalín, Hornopirén y Corcovado, por accesos y cercanía a centros poblados. Otros en zonas más remotas (Melimoyu, Isla Santa Magdalena, Cerro Castillo, Patagonia y Alacalufe) tendrán plazos más largos para contar con infraestructura o accesos, aunque la meta es «en 10 años tener la red funcionando», dice Aizman.

«Un desarrollo a partir de la conservación, una ruta que busca conservar y generar oportunidades de desarrollo económico a partir del turismo basado en la naturaleza», explica Hernán Mladinic, director ejecutivo de la fundación Tompkins, y quien ofició de anfitrión y destacó que este comité se puede transformar en plan piloto para el resto de las regiones.

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